sábado, 6 de diciembre de 2008

Otro argumento sobre la belleza. Sontag y van Sant

Juan José Fonseca Moreno
ensayo sobre la lectura "Voces en el concierto" de María Minera
Seminario de Arte Contemporáneo. Arte urbano. Maestría en Arte Visuales.

Otro argumento sobre la belleza. Sontag y van Sant
Comenzaré diciendo que la película Elefante me parece “interesante” por varias cuestiones. Para comenzar: el hablar de un tema tan controversial, tan crudo pero tan real –el hecho, a secas, que es el hombre matando a otros hombres- me parece de lo mas interesante ya que abarca todo lo humano, es como le sucede al Quijote, algo universal. Recordando que “universal” significa humano, como la miss universo y esas cosas…
La muerte, en general, es uno de los temas –o El Tema- que mas preocupa a los hombres; la eterna pregunta de: de donde venimos y a donde vamos, siempre esta condicionada por nuestra vida perecedera. A cada cultura corresponde diferente idea de la muerte, y es por todos nosotros conocida la fascinación en los extranjeros de nuestro supuesto gusto por la huesuda; gusto este que es comentado, desenmascarado, destrozado y reivindicado por Octavio Paz en una parte del “Laberinto de la Soledad”.

La muerte de hombres por otro hombres es, desde la perspectiva histórica, un hecho que siempre ha acompañado al hombre (a la humanidad, si no se quiere ser tachado de misógino!) , de hecho esta etapa social es en cierto sentido “rara”, fuera de lo normal, por el hecho de vivir en un clima de paz; la paz es paz y es tan deseada precisamente por que es efímera, como lo bello. En “El manual del ciudadano contemporáneo” Ikram Antaki nos comenta que la humanidad después de decidir (o después de que el destino le decidió) vivir en grupos, en comunidades, seguía teniendo el problema del hombre cuando es dominado por sus instintos, por lo cual inventa, la razón, la política, la democracia, la ciudadanía y la paz; en contraposición al estado natural: salvaje, caótico, etc. que provoca que un ser humano mate a uno o varios de sus congéneres.

Este hecho es tratado exhaustivamente por antropólogos y demás investigadores que nos comentan que el hombre es la única especie que mata por placer a sus congéneres (y q tiene sexo por puro placer!), un planteamiento por demás debatible pero que no deja de reflejar que los animales en general no andan matándose por millones ó de uno en uno pero de una manera fría y terroríficamente calculadora, como con los asesinos seriales.

Regresando al invento de la razón, la misma da lugar a la filosofía y a la ciencia, que son intentos de explicación de la realidad percibida por el hombre que han logrado desarrollar sus propios métodos de verificación y de comportamiento ante la realidad que nos sobrepasa y abruma. Y dígase intentos porque –dentro de las pocas verdades que han encontrado- la realidad sigue siendo aún no comprendida. En este sentido lo que hombre crea son sistemas que le permiten observar y razonar mejor (o con menos interrupciones y errores). Sistemas con categorías y conceptos que tratan de aterrizar la realidad a un nivel humanamente comprensible y permitan a la mente humana existir. Lucaks los llama sistemas antropomorfizadores y desantropomorfizadores, o en otras palabras los que abordan la realidad por el lado de la subjetividad, de lo humano y los que lo tratan de abordarla por el lado de la objetividad, sin inferencia de la fragilidad humana.

El arte (y la estética) es uno de estos sistemas, que para su funcionamiento ha generado categorías y conceptos específicos. Claro que esto no pasó de la noche a la mañana y de manera consciente y de manera voluntaria sino, como todo lo humano en general, en base a trancazos. Trabajo le costó al hombre definir aquello que era perfectamente proporcionado (o casi, para que no se vuelva tan frívolo), o aquello que lo dejaba sin aliento en pleno éxtasis contemplativo, o muerto de miedo.
Y trabajo le cuesta al hombre evolucionar los conceptos junto con él mismo, y aprender que no son mas que eso: conceptos que INTENTAN aprehender la realidad. Es por ello que en la actualidad y como comenta Susan Sontag en su Argumento sobre la Belleza, esta misma esta pasando por una crisis y desvaloración; previo a esto se tuvo que aceptar que la belleza era tan solo una categoría estética entre otras: lo feo, lo sublime, etc.; y hoy día, debido a la evolución de las sociedades no solo se le ha relegado sino que se le vilipendia (de vilipendiar) y se le transfigura, porque no podemos negar que aunque aquel soldado del que habla Sontag estuviera en un contexto terrible, o precisamente por eso, haya experimentado la belleza; y que esa realidad trágica se vuelve también bella para nosotros cómodamente instalados en nuestras vidas y sociedades que creemos de una paz y vida perdurables.

La belleza es bella, no la molestemos...

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